
Los consejeros de las dos comunidades se han comprometido a revisar el convenio de 1997
La Rioja continuará atendiendo a pacientes navarros y la Comunidad foral hará lo propio con los que lleguen procedentes de las localidades riojana limítrofes. Así lo acordaron ayer los consejeros de Salud de ambos gobiernos autonómicos tras una conversación mantenida por la tarde entre Marta Vera y José Ignacio Nieto. Este jueves, en la reunión periódica que mantienen los gerentes de Salud de todo el país, y que por calendario tocaba en Logroño, el titular de esta cartera en La Rioja Javier Aparicio no quiso concretar nada con su homólogo navarro Ángel Sanz. Aunque sí se avanzó que ambos consejeros se podrían en contacto para encontrar una solución. Lo que no se esperaba es que llegara tan pronto.
Sobre todo porque el Gobierno de La Rioja parecía inflexible en su decisión que no hizo oficial al de Navarra. De hecho, los pacientes afectados en Viana conocieron que ya no se les citaría más en el Hospital de San Pedro a través de una carta del propio centro sanitario. Fue a principios de este mes cuando comenzaron a llegar las primeras misivas en las que se anulaban consultas o hasta operaciones a la par que se les indicaba que se pusieran en contacto con los responsables de Salud de su comunidad. Y lo mismo ocurría en la localidad alavesa de Oyón.
La medida obligaba a los casi 4.000 residentes de Viana a, en el caso de especialidades o intervenciones quirúrgicas, buscar la atención en el Hospital García Orcoyen de Estella (a 43 kilómetros) o en los de Pamplona (83 kilómetros), cuando la distancia con Logroño es de apenas 12 kilómetros.
Precedente en Calahorra
No era la primera vez que La Rioja reconducía a los pacientes navarros a su propia red sanitaria. En el año 2009, el hospital de Calahorra dejó de atender consultas, pruebas y cirugías programadas de los vecinos de Azagra, Andosilla, San Adrián, Cárcar y Lodosa. Al año, el centro calagurritano recibía a unos 5.000 pacientes de la ribera estellesa. La decisión del gobierno de la comunidad vecina dejó en el aire la situación de los residentes de las localidades riojanas de Alfaro y Cervera, que tienen al Hospital Reina Sofía de Tudela como lugar de referencia en atención sanitaria.
En esta última ocasión, desde el Gobierno de La Rioja, que preside el popular Pedro Sanz, no se dieron demasiadas explicaciones. Sólo se dijo que se preveían futuras reuniones para resolver los problemas que esta atención a navarros ocasionaba en el Servicio Riojano de Salud. Parece que la comunidad quiere sacar números para ver si los gastos que ocasionan a su red son equiparables a los que suponen a las arcas forales los suyos.
De hecho, en el comunicado de prensa remitido ayer por el departamento de Salud navarro, se indica que habrá una actualización del convenio firmado en 1997 por el que se regulaba la atención a los pacientes de dichas zonas. "Mientras se revisa", indicaba la nota, "tanto el Gobierno de Navarra como el Gobierno de La Rioja se han comprometido a seguir garantizando las mismas prestaciones que se venían avalando hasta ahora".
Atención muta
Así se despejaba la duda de los pacientes riojanos porque el departamento añadía en su comunicado que el Servicio Navarro de Salud que a los residentes de las poblaciones más cercanas se les seguirá atendiendo "exactamente igual a como se lleva haciendo en los últimos años". Y a lo mismo se comprometía el de La Rioja a través de su Hospital de San Pedro.
Ya el viernes, el gerente del departamento foral, Ángel Sanz, se mostraba optimista porque estaba convencido de que se llegaría a un acuerdo. De hecho, apelaba al sentido común. "Se generará un buen lío si todos comenzamos así". Y la consejera Marta Vera destacaba que la solución se había logrado rápidamente por ambas partes "dado que las dos comunidades han mantenido siempre una excelente cooperación tanto en materia sanitaria como en otras muchas cuestiones".